El presente es el único verbo que se puede conjugar, esa es la frase que resume la esencia de esta novela. Me lo dijo Carmen Andrés, también escritora, tras leerse Te parecerá raro. Mantuvimos conversaciones diarias sobre cómo avanzaba la lectura, sobre los personajes, la historia, el intimismo y, cómo no, su relación con la vida.
Una novela que habla de dolor, comentaron en una de las presentaciones. Hay muchas páginas en esta historia que se llenan de tristeza. Como en la vida. Quizá, cuando escribimos, ficcionalizamos una realidad, la que nos envuelve en ese momento; nos condiciona la trama, los personajes y hasta muchas de las situaciones que se viven en la historia.
Afirmaba Aristóteles que la mímesis es el principio de toda literatura; ficción vs realidad. Y por eso también, imagino, alguien habló de que Te parecerá raro es un canto a la vida. Es probable que ese optimismo vital que se destiñe en algunas páginas se deba a las ganas de seguir, pues en los meses de escritura vivíamos tiempos complicados.
Por eso, quizá, en esta novela se entremezcla el dolor y la vida. La frustración y la esperanza. Porque, aunque nos pese, el presente es el único verbo que se puede conjugar. O al menos, eso dice Dani.
¿Os influye en la escritura vuestro estado de ánimo? ¿Y la lectura? Os leo.