El pasado jueves tuve el privilegio de presentar mi novela Te parecerá raro en Valencia. Fue muy emotivo. Tanto, que después de días, sigue rondando el momento. Marina Lomar, también escritora, decía que soy una escritora del dolor, que remueve, que obliga a reflexionar, que duele más de lo que una quisiera. Dijo, "me recuerdas a Marguerite Duras". Quise llorar. De verdad. Que resuene a la literatura de esta autora es más de lo que podía esperar.
Juan Luis Bedins, también escritor, habló de una escritura creada como un puzle que encaja al final de la novela. Con un lenguaje sencillo, dijo, se logra una novela que ensalza la vida y el amor.
Agradecida por ese momento que compartimos donde tuve la oportunidad de explicar el proceso de creación de mis novelas, de dónde salen, cómo llegan a gestarse. Un diálogo abierto con aquellas personas que un día decidieron acercarse a mis escritos.
Termino esta entrada con las palabras, que suscribo, de Marguerite Duras, "Para abordar la escritura hay que ser más fuerte que uno mismo, hay que ser más fuerte que lo que se escribe".
