Hace unos meses se publicaba Negra y Oscura. Desde entonces he compartido esta novela que tardó tres años en gestarse. Dolió a ratos. Me hizo feliz en alguna ocasión. Aprendí de la guerra, de sus gentes, de unos y otros. De lo cotidiano en medio de la batalla, del amor y la amistad incondicional. Aprendí que se puede querer, aunque eso signifique renuncia, que se puede traicionar por amor. Y vencer. Y llorar. Y reír a veces.
De esta historia me quedo con un personaje aislado, casual, Antonio Machado, que siempre está presente aunque no sea protagonista. Porque él me trae a la memoria momentos y gentes. También , con las conversaciones al lado de un sillón, o en una cama de hospital, los recuerdos invadiendo la desmemoria. Amparo y José, Luis y Dolores, Santiago. Asomaban a nuestra charla y quise convertirlos en historia, ficción narrativa; realidad ficcionada.
Así es Negra y Oscura. Han dicho de ella que
es como leer sobre vidas humanas; que habla de la guerra civil, pero también de amistad, amor, compañerismo, dolor, libertad...
Y todo ello con una sensibilidad que te desarma por dentro. Dicen que los personajes desprenden una humanidad que envuelve al lector. Eso me cuentan quienes ya leyeron esta novela. Quiero creerlos y desarmarme también yo por dentro.
Hoy, además, me dicen mis editores que ya está a la venta la versión digital. Si eres más de ebook que de papel, ya puedes hacerte con Negra y Oscura. Pincha en los enlaces de las distintas plataformas y elige la que más se adapte a ti.