Reto 50.000

Como os conté en la entrada anterior, no me resisto a un noviembre de escritura. Así que, ¡os lanzo el reto 50.000 palabras! ¿Te apuntas? Sólo hay una premisa: escribir.

¿Cuánto? Si quieres acabar noviembre con ese borrador de 50.000 palabras... ¡1900 es tu número! 1900 palabras al día, sin obsesionarse, sin releer, sin buscar la frase perfecta. Escribir esa historia que tienes rondando desde hace tiempo.

Llegarán días en los que cueste concentrarse, las obligaciones nos impidan sentarnos, la vida nos arrastre por otros derroteros. No pasa nada; también los habrá en que superes las 2000 palabras. No te bloquees y no tengas miedo si un día hay poco que contar. No dejes que un mal momento se convierta en una trampa que te lleve a dejar el reto. Es un consejo que te doy. No te obsesiones, si consigues llegar tendrás un buen borrador, pero si no es así, habrás avanzado en un proceso que, casi siempre, es arduo. Te quedará camino por recorrer, pero nada hay como obligarse a sentarse para que los dedos funcionen solos. Lo importante es dejarse llevar. Escribid, porque al final salen algunas escenas que encajarán en algún capítulo. Y si no es así, al menos, como os digo siempre, habréis estado un rato más con vuestros protagonistas y eso será beneficioso para la historia.

No temáis al caos. Al final todo cobra coherencia y se instala en el lugar que le corresponde. La situación ideal sería crear una línea temporal y seguirla hasta el final. Tener una outline y ser fiel. Es una recomendación.

Aunque a mí me cuesta realizar ese proceso de antemano e improviso, ya sabéis de mi caos en la escritura.

No pasa nada, utilizad el método que os sea más efectivo. Porque al final el trabajo será el mismo. Si creas outlines antes de comenzar, tendrás mucho avanzado y te sentarás a escribir de forma práctica.

Si no has preparado nada y te dejas sorprender, después habrá sesiones extra para ver cómo encaja tu historia y crear ese marco temporal que te saltaste al principio. A mí me sirve este momento para una primera revisión, fijarme en cómo hablan los personajes y empezar a cuadrar la trama.

De todas formas no olvidéis que estáis ante la escritura de un borrador y que se trata de coger ritmo para enfrentar la novela.

¿Te animas? Si quieres compartir este proceso, sólo tienes que mandarme un mensaje.

¡¡Mucho ánimo... y a darle a las teclas!!