Día de las librerías
- Roseta

- 11 nov
- 1 Min. de lectura
Hoy es el día de las librerías. Sin querer, al ver tantas publicaciones, he pensado desde cuándo visito estos lugares. Mi memoria me ha llevado a la infancia, quizá siete u ocho años. Detrás de mi casa había una librería papelería donde acudía casi cada semana. Me acuerdo perfectamente de los finales de curso; entonces, mientras esperaba el día en que me iría a la playa con mis abuelos, pasaba por aquel lugar y compraba unos cuantos libros. Y me he visto pidiéndole opinión sobre algo que pudiera leer, pero para más mayor, que los de mi edad son muy cortos. Aquella señora alta me mostró unos cuantos que me llevé en mi bolsa de las vacaciones. Después, me he acordado de una escena, con mi abuela en la cocina, leyéndole uno de esos libros. Un agujero en la alambrada. Sí, también soy capaz de ver el libro entre mis manos. La memoria siempre trae recuerdos.
Estuve yendo allí hasta que cerraron, pese a que ya no vivía en la misma población. Porque, aunque no lo parezca, las librerías de barrio son lugares a los que volver; espacios donde habitan personas maravillosas con las que compartir un trozo de vida.
¡Gracias por estar siempre ahí! Y, sobre todo, por traernos recuerdos tan maravillosos como los que hoy, sin querer, se han venido a la memoria.
¿Te apetece recordar conmigo?
[recuperado de una entrada de hace unos años; pero que siempre vuelve en días como hoy]







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